dimarts, 12 de juliol del 2011

Jo vaig fer una línia (dedicat als meus amics escriptors)

Un dia vaig fer una línia. I vet aquí que m'en vaig enamorar i me la vaig fer meva. Me l'estimava molt. Constantment l'acaronava i li deia cosetes. La rentava cada matí, la planxava suaument, li cantava cançons i fins hi tot dormíem plegats. Li vaig donar tot, a la meva línia. Però la traïdora, un bon dia que estavem prenent el sol, jo a una gandula i ella sobre la taula, va aprofitar que el balcó era obert de bat a bat i se'm va escapar. Vaig córrer com un boig darrera d'ella, baixant les escales de quatre en quatre, mig plorós i jugant me la vida. Just al moment que sortia per la porta la vaig veure com pujava a l'autobús i d'un salt, quasi en marxa, també jo hi vaig pujar. La línia, sense fer soroll es va arrossegar entre les cames dels passatgers fins que va arribar al peus d'una noia rossa, força maca per cert, va pujar per les mitges fins rodejar-li la cintura, envontant la amorosament i s'amagà al seu escot. Engelosit i mort d'enveja me la imaginava, ben calentona, allà al mig dels pits de la rossa. Em vaig intentar acostar, dissimulant, per poder introduïr la meva mà en el triangle de pell que deixava entreveure la brusa de seda de la noia, per tal de poder recuperar la punta de la meva línia, però la rossa, potser malinterpretant les meves intencions, però sense preguntar me les raons, em va llençar una mirada d'odi. Em vaig aturar, paral.litzat per aquella expressió d'aversió, amb una mà a l'aire, fent un posat bastant estúpid. I la rossa, va, i em clava un mastegot.
Vaig haver de deixar de banda la primera possibilitat de recuperar la meva línia per la via ràpida i vaig passar utilitzar un altre métode que m'havia donat bons resultats en el passat pensant que, segurament, tambè obtindria fruits ràpidament: és tracta de donar les explicacions oportunes, ja que parlant la gent s'entén. Però quan vaig començar a explicar a la rossa que jo vaig fer una línia, que s'havia escapat de la meva taula i havia anat a parar al seu escot pujant per les seves cames i envoltant la seva cintura, la rossa es va posar a cridar com una histérica i el conductor de l'autobús ens va portar directament a la comisaria. I aquí estic, pres a un calabós, mentre veig des d’una finestra amb barrots que dona fora al carrer, a la rossa que traspassa la porta de la comisaria, es treu la meva línia de la pitrera, l’acaricia, li fa un petó amorós, i la torna a desar dolçament a la calentor de la pitrera.

dimarts, 5 de juliol del 2011

El sector editorial, hábitos de consumo y todo lo contrario

Quería compartir unas reflexiones sobre mi negocio, sobre el modelo a seguir, las pautas de comportamiento de mis clientes, y de los clientes en general, para tratar de mejorar mi empresa y mi facturación.


Quería pensar sobre hábitos de consumo en mi sector (hasta ahora llamado editorial) y en otros sectores similares. Avanzo que no se trata de una investigación científica ni basada en estudio de mercados. Es producto de mi mente y de mi experiencia, una mezcla entre mi opinión, mi observación e intuición. Y un poco, los números.

Mi negocio factura una vez al año mucho, concretamente, en Navidad. Un poquito muy poquito en Sant Jordi, pero cada vez menos. Esperábamos resultados en la Feria de Madrid y quizás de forma puntual en ferias locales (tipo la de Sevilla que va creciendo) que no han acabado de cuajar. Estoy segura que no ha sido así para todo el mundo. Pude observar largas colas ante un Espinosa que no paró de firmar. Imagino que la cuenta de resultados de Random para este libro debe ser positiva. Ni idea para el resto de sus títulos, y con esto ya estoy apuntando un problema. El resto del año es un desierto. Como me dedico a editar álbum ilustrado infantil, imagino que habrá oportunidades de negocio varias a lo largo de todo el año, aunque sean poquitas: ferias de libros puntuales y pequeñas, regalos, cumpleaños donde la oportunidad es menor ya que competimos con juguetes, artefactos informáticos y etc, cosa que nos complica la existencia. O sea, que mis clientes potenciales, mis lectores, compran en Navidad para hacer regalitos, quizás en las ferias y poco más. Mal tema para unos libros que precisan ser tratados con mimo por parte de los libreros, y que tal y como hemos comprobado en vivo, cuando los podemos explicar, enseñar y contar, los vendemos como rosquillas.

Imagino que muchos sectores están sufriendo el mismo fenómeno, como por ejemplo, los juguetes, que se consumen, se compran en una fecha muy concreta como la campaña de navidad y después compiten con libros, informática, ofertas de ocio, etc. Hablé con una amiga que trabaja en el sector y les sucede algo parecido a lo que nos pasa a nosotros pero en leve. En el caso de las grandes cadenas, deben aceptar devoluciones, o sea, juguetes no vendidos, si no, no hay trato. La diferencia con los libros es que nosotros las debemos aceptar siempre y cuando digo siempre es siempre eternamente en cualquier momento, lugar y estado. No creo que Diset o Marttel acepten esto, ni que nadie, con dos dedos de frente, por muy canal de distribución fuerte se atreva a plantarles cara, ¿o sí?

El libro es un producto delicado. Se rige por sus propias normas. No puede tratarse como un producto de consumo, tampoco se puede tratar como un producto de compra impulsiva, pero yo creo que se le acerca más, al menos en parte, por que también es un producto de compra reflexiva o ¿cómo describirías a aquél lector, al que yo conozco en concreto, que recorta la reseña de su diario y se dirige a la librería? Este sería Jordi, por ejemplo. U otro que escucha pacientemente a su librero o a cualquiera para que le haga una recomendación sobre la cual hablarán largo y tendido si tienen tiempo, sobre gustos, historias, personajes, temas y finales. Y de portadas.

Fui a cenar con unos viejos amigos, y uno de ellos me pidió una recomendación. Esta mañana, el tema se complica. ¿Qué le gustará? ¿Una novela histórica? ¿Policíaca, un thriller? Si es así, más del tipo novela negra americana, o de estas nuevas nórdicas. Una novela realista, costumbrista, fantástica, ¿de zombies? Como tengo ganas de hablar de libros y no hablar de mi vida, y esto también lo trataré en otro post, he pensado que quizás le gustaría oír un poco sobre los libros que tengo pendientes de leer. La lista de pendientes clasificada según ya comprados, esperando para ser leídos, o la lista de los que te comprarás, también es significativa. Advierto que yo ya tengo muchos libros básicos y clásicos, que es lo que recomendaría a alguien que empieza con esta aventura maravillosa y les diría, seguid líneas de lectura, evoluciones naturales hasta llegar a los autores actuales, que nos conducen a las películas, series o a los cómics. Con esto me refiero desde la literatura fantástica, pasando por fenómenos sobrenaturales o la chic-lit que tiene su referente con Jane Austen o Gaskell, ¿pensáis lo mismo?